Es raro el día en que me levanto y no veo como una marca acaba con ella misma. A todo el mundo le suele llamar la atención las grandes marcas, que no con esto quiero decir que no me encante lo que hace Coca-Cola (que me encanta) u otras grandes compañías con las que convivimos en nuestro día a día.
En este post me refiero a las pequeñas empresas, esas familias que se dedican en cuerpo y alma a crear algo desde cero y que cuando lo consiguen, en milésimas de segundos y sin explicación alguna, tiran por la borda todo eso por lo que tanto habían luchado.
«Lo que no te mata te hace más fuerte».
Esta frase describe el sentimiento que quiero dejar aquí entre líneas. De los errores se aprende y cuando te caes, hay que levantarse. Un día te das cuenta que todo por lo que habías luchado ya no es lo mismo y aunque duela hay que decir adiós. Hoy me doy cuenta que eso fue lo mejor que pudo ocurrir. Y ahora me encuentro aquí, describiendo cómo, junto a las personas más importantes de mi vida, un día decidimos crear una marca y me dieron el privilegio de cuidarla y mimarla. ¡Os presento Golosinas Dori!
Una empresa familiar que empezó en el 2002 con una tienda pequeñita en la bonita ciudad de Sanlúcar de Barrameda y que hoy cuenta con dos tiendas referentes en la ciudad y a muchos otros niveles.
Teníamos los ingredientes secretos, buen producto, buen mercado y unos grandes profesionales al frente, ahora sólo faltaba darle imagen.
Hace poco escuché la frase «Yo soy autónomo, no una empresa». Esto me mató. Cuando decides ser autónomo y montar algo tuyo, en definitiva, estas creando una marca y esa marca hay que cuidarla.
Capítulo 1. Creando un logotipo.
Ha habido diferentes versiones de lo que hoy conocemos como imagen de marca. El resultado final después de numerosos cambios ha sido este y estamos encantados. Nuestro color corporativo, el rojo, y nuestro símbolo, «G», recogidos en un mismo lugar.
Capítulo 2. Creando una imagen.
De bien es sabido que «una imagen vale más que mil palabras». Siempre hemos cuidado nuestra imagen y hemos querido transmitir a través de ella nuestra filosofía y forma de trabajar. El marketing en puntos de venta es muy necesario, al igual que también lo es el buen gusto. Todo ello unido a nuestro amor por lo que hacemos ha dado como resultado lo que hoy somos.
El diseño de una identidad corporativa era necesario, algo que nos diferenciara del resto.
Capítulo 3. Creando imagen digital.
Para que esperar a que el entorno 2.0 venga a por nosotros, ¡vamos a por él! Había que aprovechar el tirón del mundo digital. Muchas marcas desconocen el poder que tienen las redes sociales y cómo pueden influir a su marca. A través de esta ventana podemos tener un trato más cercano con el usuario/cliente, saber qué piensa, qué quiere… Es muy importante establecer una estrategia y saber hacerlo bien, porque del mismo modo que tiene repercusión positiva, una mala gestión puede acabar con nuestra imagen.
Capítulo 4. Creando un site.
Hacía tiempo que debíamos haber estado presentes en internet y, finalmente, lo hicimos. Presentamos la marca en una web corporativa con una estética alegre y divertida. Un canal más en nuestra estrategia que nos proporciona mayor presencia en el señor Google.